Me irritas tanto, te conozco tanto, te quiero tanto, te odio tanto. Nos creíamos invencibles
[cuantas más se habrán creído esas estúpidas promesas?], nos creíamos intocables. Eramos lo más preciado que teníamos pero nos tomamos un descanso y nunca nos despertamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
y que pensas?