No es una típica entrada de blog, pero siento la latente necesidad de narrar los hechos sucedidos hace menos de 10 minutos.
Estaba con mi hermana en la cocina, aprovechando de nuestra soledad en la casa, haciendo una parodia imbécil a High School Musical el desafío (vale aclarar que es la peor película que vi en mi vida, sin exagerar), al mismo tiempo que cocinabamos un pollo con papas fritas. Entre tanta euforia y risa, un bicho que no merece ser nombrado en mi blog (jamás), que pasaré a describir por si hay alguien leyendo esto, para que me entienda: Con antenas, marrón y vuela (debilidad personal). Creo que ya se sobreentiende cual es el insecto en cuestión. Como decía, esta cosa extraña apareció rápidamente por entre nuestros pies. A lo que respondimos revoleando espátulas y dando los mayores gritos de histeriquitas posibles, mientras subíamos a ocho piernas las escaleras. Dejando, ni más ni menos, el horno abierto.
Una vez arriba refugiadas entre los muros de mi cuarto, escondite super secreto anti bichoyanombradoantes, Tina empezó a idear un plan para bajar sin terminar traumada como yo ya lo estaba para ese momento. Lo único que mi boca lograba decir es "Se va a incendiar todo, dejamos el horno abierto. Bichomalévolo hijo de re mil puta" y demás. Mi hermana, la valiente heroína de esta historia baja a cerrar el horno. Abajo no detectó rastros de Voldemort, pero descubrió que la espátula arrojada anteriormente por ella, se encontraba a punto de derretirse sobre las papafritas dentro del caluroso horno.
Desesperadas llamamos a nuestro padre, quien no podía creer la inutilidad de sus energúmenas hijas.
Chau
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
y que pensas?